Keanu Reeves está de regreso, luego de ver John Wick, queda claro que siempre es reconfortante ver una buena película de acción, más aún si crecimos viendo a verdaderos héroes despachar cuanta alma mal ubicada se encuentre en el camino. Que más podríamos requerir del mismísimo Neo, actor que con 50 años cumplidos, nos demuestra que tiene hilo para rato.
John Wick no es para todos los gustos, imagínense Gun Fu más Jiujitsu y balas, muchas balas impactando en su gran mayoría cráneos y torso. La historia es muy básica: un asesino apodado “Baba Yaga”, regresa a sus andadas cuando le arrancan lo último que lo seguía manteniendo con algo de humanidad. Luego escena tras escena, con la ciudad de New York de testigo, comienza su brutal cacería, presentándonos escenas impregnadas de lo que sería pertenecer a una sociedad secreta de asesinos (hotel, moneda, limpiadores y demás). La acción continúa hasta que Mr. Reeves haya saciado su sed de venganza despachando a Viggo Tarasov (Michael Nyqvist) y su imbécil hijo Iosef Tarasov interpretado por el desquiciante (Alfie Allen).
Luego de haber visto la gran mayoría de cintas que fueron nominadas a los Oscars 2015, nada más reconfortante y desintoxicante que una película de acción, la cual a mi parecer será considerada de culto muy pronto, pasó antes y seguro volverá a suceder.
VIA JOHN WICK
