Los enfrentamientos entre vaqueros e indios fueron una parte fundamental en el desarrollo del cine como arte, al mismo tiempo que reforzaban la conquista del salvaje Oeste por parte de lo que ahora conocemos como EE.UU. Grandes actores y directores desfilaron dentro del género el cual tuvo un largo periodo sin poder enganchar a las nuevas audiencias. Siendo contados los éxitos del género en las dos décadas pasadas, realmente han sido los últimos años que han dado muestra de que el género está nuevamente tomando fuerza ya sea en su forma clásica o como híbridos donde se mezclan con elementos de otros géneros.

Como su título lo señala, ‘Cowboys & Aliens’ deja muy clara la fusión entre el salvaje Oeste con ciencia ficción, idea que originalmente nació en una novela gráfica creada por Scott Mitchell Rosenberg, y que ahora tiene al director Jon Favreau al mando de esta adaptación que nos transporta hacia Nuevo México en 1875. En medio de un desolado paisaje un extraño sin memoria llega al desierto de Absolución, un lugar que como es de esperarse no recibe de manera cálida a los extraños, peor a uno con un extraño dispositivo pegado a su brazo. El pueblo que de por si ya vivía con miedo, enfrentará una peor amenaza cuando naves extraterrestres los atacan y capturan a su gente, razón por la cual deberán unirse en busca de los suyos y acabar con su nuevo enemigo antes de que la situación se transforme en una invasión al planeta.

La premisa básica llama mucho la atención y Favreau, responsable de ‘Iron Man’ y ‘Iron Man 2’, empieza desde los primeros minutos dando forma a un western con el siempre cuestionado protagonista, cuya vida se encuentra rodeada de misterio y continuos enfrentamientos en el pueblo al que arriba. El estilo del género se percibe rápidamente y el director se siente cómodo en este reto, pero el esfuerzo que este realiza empieza a diluirse al tener que trabajar con un guión tan flojo que solo cumple al pie de la letra lo que reza el título de la película, es decir unos siete escritores, entre ellos Alex Kurtzman, Roberto Orci y Damon Lindelof, solo enfrentan a dos razas de una manera muy básica y casi sin ningún tipo de emoción o sorpresas en el largo camino que recorre esta caravana que busca recuperar a sus seres queridos.

Al final del día la debilidad de esta historia no radica en la extraña mezcla entre vaqueros y alienígenas, sino en la falta de creatividad para hacer de esta historia con tanto potencial algo que le de un giro completo al género, o los dos géneros sobre los que reposa esta historia, la cual sin llegar a ser aburrido si hace algo monótono sus casi dos horas de duración las cuales son sostenidas parcialmente por el carismático elenco que forma parte de esta misión. Así vemos personajes encarnados por Daniel Craig, Olivia Wilde, Paul Dano, Sam Rockwell, Clancy Brown, Noah Ringer y Adam Beach cruzando amplios y solitarios paisajes cuya tranquilidad es perturbada por naves extraterrestres, pero que mejor que luchar junto a Harrison Ford, quien a pesar de su edad aún da pelea, además de que su presencia siempre es bienvenida, a pesar de que aquí el actor no es tan aprovechado como su talento lo merece, y su personaje, al igual que el resto, son bastantes simples.

Tratando de mantener a flote la historia juegan un papel importante los acertados efectos visuales y una efectiva banda sonora a cargo de Harry Gregson-Williams, elementos que acompañan hasta el acelerado y poco convincente batalla que ofrece el tercer acto para el cual no se pensó en grande. Aunque al final no se tiene un desastroso resultado como en otras fusiones experimentales tipo ‘Outlander’ o ‘Jonah Hex’ realmente a Favreau se le hizo muy difícil hacer que esto funcione, por lo que a pesar de que empieza como un interesante western todo termina como una película más de ciencia ficción, sin dejar huella en ninguno de los dos lados.

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