Después de varios años alejado del cine el gran Mel Gibson regresa con ‘Edge of Darkness’, una adaptación de la serie de televisión británica del mismo nombre, en donde interpreta a Tom Craven, un detective de Boston cuya hija es asesinada en la puerta de su casa, en lo que se creía que era un disparo que debía recibir este veterano quien emprenderá una desesperada investigación que lo llevará al centro de una complicada conspiración que involucra a un contratista armamentístico privado y sectores del gobierno norteamericano.
La historia se presenta como un thriller pero el director Martin Campbell (‘Casino Royale’) no logra que este despegue por completo ya que el suspenso con el que se maneja el desarrollo de la trama avanza a un lento ritmo y con muy poca tensión. Todo esto provoca la incapacidad por involucrarse a fondo en esta conspiración, quedando una simple curiosidad por ir descubriendo la verdad, la cual muchas veces tiende a ser un poco predecible.
Afortunadamente entre estos momentos en que se reduce el ritmo de la historia llega Campbell con un par de buenas escenas de acción en el camino como para llenar la pantalla con un poco de tensión, momentos en los cuales podemos ver a un intenso Mel Gibson, talvez no como en ‘Ransom’, pero si lo suficientemente efectivo para el bien de esta investigación donde el personaje pasa bastante tiempo entre recogiendo los pasos de su hija entre conversaciones y peleas.
Alrededor de Gibson hay otros personajes entre los cuales destacan Ray Winstone, un misterioso sicario profesional cuyo aparición resulta interesante por lo conflictos con los que lidia, pero justamente es uno de los elementos que hace disminuir el ritmo de la historia, ya que su participación no se siente natural dentro de la historia, sino como algo separado.
Por otro lado Danny Huston, quien sin ser tan despiadado, le da cara a la verdadera amenaza de esta conspiración, y aunque su villano no es nada fuera de lo común, si logra ser tan detestable como para esperar con paciencia su fin a manos del detective Craven, quien tan lleno se sentimientos de odio y venganza logra cumplir con el esperado desenlace, es decir, dándoles de su propia medicina a estos asesinos.
Muy a pesar del adecuado cierre, esta termina siendo una historia de suspenso más, sin nada nuevo que ofrecer y con menos tensión de lo que debería tener tomando en cuenta la larga duración de esta película, donde lo mejor es el volver a ver a Mel Gibson de vuelta a la acción, aunque no sea lo mejor que ha hecho en su carrera, la cual esperemos siga con más roles protagónicos.
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