Eran finales de 1999 cuando empecé a leer noticias de cine por Internet, y al muy poco tiempo recuerdo claramente el haberme enterado sobre un rumor de que Quentin Tarantino se encontraba trabajando en una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial y para la cual pretendía reunir a reconocidos actores de acción, pero todo quedo en una interesante idea que quedó a un lado dando paso a la saga de ‘Kill Bill’. Años han pasado y finalmente se ha concretado este proyecto, para el cual hubo que esperar bastante tiempo, como para todo lo que hace este cineasta, lo cual es algo bueno, ya que si vemos el vaso medio lleno es posible entender que el tiempo que le tome hacer una película, es el tiempo necesario para que sus ideas se añejen y alcancen la espectacular calidad a la que nos tiene acostumbrados.

En este cambio de escenario Tarantino nos traslada a la Francia ocupada por los nazis, en donde varias historias se cruzarán con un mismo objetivo: acabar la guerra. Es así como conocemos a Shoshana Dreyfus, una sobreviviente de la cacería a los judíos en este país encabezada por el implacable Coronel Hans Landa. Por otro lado, se encuentra el Teniente Aldo Raine, quien se encuentra acompañado por un grupo de soldados judío-americanos conocidos como “The Basterds” cuya única misión era asesinar nazis, algo que hacían muy bien, sin mencionar cuanto los divertía hacerlo.

Como todo trabajo bajo la firma de este director es posible ver largos e interesantes diálogos en esta singular visión de la Segunda Guerra Mundial, los cuales se repiten en cada uno de sus cinco capítulos en donde de manera muy similar se empieza a crear lentamente una desesperante tensión que se alarga hasta llegar a su violento desenlace, en donde se da rienda suelta a la brutalidad de este escuadrón demostrando porque sus violentos métodos tenían atemorizados a los nazis y preocupado hasta al propio Hitler.

Los verdaderos protagonistas de todo esto son Brad Pitt, quien una vez más demuestra su talento para transformarse por completo en su personaje, el cual esta vez es un relajado teniente con métodos poco ortodoxos, de igual forma se encuentra Melanie Laurent quien interpreta a Shoshana, una introvertida pero letal mujer quien tiene sus propios planes para el alto mando alemán. Pero es Christoph Waltz, quien se presenta como la gran revelación al encarnar al Coronel Hans Landa, más conocido como el “cazador de judíos”, un genial villano responsable de los momentos de mayor suspenso debido a la calma con la que abordaba las situaciones escondiendo su lado oscuro tras una persona agradable, lo cual muchas veces termina también en un par de momento cómicos. De igual forma es muy valiosa la participación de Eli Roth, Diane Kruger, Til Schweiger, B.J. Novak y Omar Doom, interpretando a personajes secundarios que sin duda enriquecen el mito de estos bastardos.

El esperado desenlace de este entretenido viaje a Francia es realmente una sorpresa, y porque no decir arriesgado, ya que el éxito de Tarantino radica en el hecho que le importo poco o nada los sucesos reales proponiendo así su versión de los hechos, un mundo paralelo basado en la simple pregunta de ¿Qué sería si…un grupo de bastardos hubiera estado en esta guerra? De esta manera se diferencia de otras películas de esta época mostrando lo que muchos quisimos ver en ‘Valkyrie’ y haciendo soñar a otros en lo bien que se hubieran vistos estas hazañas en las enciclopedias de historia mundial.

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